domingo, 3 de julio de 2011

Primer Post

Quizá para mis familiares y amigos cercanos ya sea una cuestión crónica y digna del diván del psiquiatra, pero como yo lo entiendo es como un profundo amor sincero por los video juegos desde que me acuerdo.
A los seis me compraron el super nintendo, a los once el nintendo 64, en la adolescencia jugué con mi PC y ahora, en mi ¿adultez? juego con mi ps3.
No es la primera vez que escribo sobre juegos tampoco. Hace mucho tiempo atrás mis amigos me llamaban cuando se quedaban atracados en Tomb Raider e incluso una vez intenté hacer una guía de TODA la serie, proyecto que fracasó principalmente por mi dejadez y aburrimiento, y además porque la maldita de Angelina Jolie hizo que todo el mundo se centrara en la película y no en el videojuego y pasó de moda, o se volvió muy mainstream, o que se yo.
Un tiempo después de mi paso por la PC dejé de lado los videojuegos, principalmente porque nadie iba a regalarme una consola y tenía que esperar a pagármela yo misma para poder tenerla. Comencé a jugar de nuevo con mi nintendo 64 y eso me animó a dejarme de tacañerías y comprarme el ps3 que tanto ansiaba y miraba una y otra vez cada vez que pasaba por Saga o Ripley.
No es una vida sencilla la de ser gamer y ser mujer. Para empezar, a ninguna de mis amigas les gusta jugarse un play. Y si se me ocurre sugerir la idea me miran como si les hubiera comentado que quiero raparme todo el pelo estilo Britney Spears. No lo comprenden, no lo entienden, no lo encuentran divertido. Yo sí. Me puedo perder fácilmente en cualquier de esos mundos tridimensionalmente perfectos en cualquier momento. Tengo unos cuantos amigos gamers, pero no tantos como quisiera y creo que siempre encuentran medio raro que una chica se interese en esas cosas. Somos una especie rara, que no se encuentra muy seguido.
Pero dejando el drama de lado, este blog lo abrí con la intención de compartir algo mío, mi extraño amor por los video juegos.
Bienvenidos.

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